miércoles, 25 de febrero de 2009

Evolucionar

Evolucionar es variar. En la evolución humana el pensamiento varía incesantemente. Toda variación es adquirida por temperamentos predispuestos; las variaciones útiles tienden a conservarse. La experiencia determina la formación natural de conceptos genéricos, cada vez más sintéticos; la imaginación abstrae de estos ciertos caracteres comunes, elaborando ideas generales que pueden ser hipótesis acerca del incesante devenir: así se forman los ideales que. Para el hombre, son normativos de la conducta en consonancia con sus hipótesis. Ellos no son apriorísticos, sino inducidos de una vasta experiencia ; sobre ella se empina la imaginación para prever el sentido en que varía la humanidad. Toda idea representa un nuevo estado de equilibrio entre el pasado y el porvenir.
Los ideales pueden no ser verdades; son creencias. Su fuerza estriba en sus elementos: influyen sobre nuestra conducta en la medida en que lo creemos…Lo futuro se identifica con lo perfecto. Y los ideales, por ser visiones anticipadas de lo venidero influyen sobre la conducta y con el instrumento natural de toso progreso humano.
Mientras la instrucción se limita a extender las nociones que la experiencia actual considera más exacta, la educación consiste en sugerir los ideales que se presumen propicios a la perfección.
“EL HOMBRE MEDIOCRE”
José Ingenieros

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